Miguel Angel Arrigoni

Cómo salir del cepo

08-05-2023

No hay segundas chances: hay una sola oportunidad de hacer un cambio de rumbo drástico.

Se sabe que un país con déficit fiscal, balanza comercial negativa, inflación alta, esquema laboral arcaico, etc. no funciona. El objetivo es claro, el tema es cómo lograrlo y, al respecto, se escuchan diferentes ideas o esbozos.

Por un lado, el candidato Milei habla de dolarización, por ejemplo, situación que no ha prosperado adonde se lo ha intentado, como por ejemplo Ecuador. Sin embargo, el Euro, es un ejemplo exitoso (al menos a hoy) de una moneda “ajena” a la local.

Claro que para alcanzarlo, antes hay que hacer muchas reformas, y mientras tanto los países convivieron con las dos monedas, la local y el Euro. Esta parece ser la alternativa natural en Argentina, lo cual venimos proclamando varios desde hace mucho tiempo: nuestra moneda real es el Dólar, y la transaccional es el Peso.

¡Permitiendo circular libremente el dólar (contratos, precios, etc.) tendremos una economía bi monetaria que permitiría entre otras cosas más orden y la posibilidad de financiamiento!, accediendo a las “otras reservas” que no son las del BCRA sino de las de los propios argentinos, que viven dolarizados en cuanto y en tanto pueden.

Para otros economistas se podría hacer la unificación cambiaria en etapas … Mil perdones por el atrevimiento, pero en mi opinión, eso sería más de lo mismo. Gran chance de que no funcione.

No hay segundas chances: hay una sola oportunidad de hacer un cambio de rumbo drástico, en un esquema de cepo que nos ha llevado a la ruina máxima posible en Argentina. Entonces vayamos al cómo. Y al respecto, me permito sugerir una alternativa: hay que dividir los conceptos entre flujo y stock, algo que aprendemos en Economía 1.

Respecto del stock, incluiría las deudas comerciales por importaciones, las remesas al exterior pendientes como utilidades, pagos a matrices, Leliqs, etc. conceptos, simplemente enunciativos, deberían tener un cronograma diferido en el tiempo para su regularización.

En medio, puede haber fórmulas de “compensaciones”: si invertís, si financias, etc., te permito cancelación anticipada de lo anterior, y así sucesivamente.

En cuanto a los flujos, los mismos podrían ser liberados desde el primer día. En ello el Agro, la Minería, Energía, etc. podrían generar un rápido ingreso de divisas, con el consiguiente incremento de reservas, en la medida que no se quiera volver a jugar con el dólar como “ancla” de la inflación y los precios.

¿Habría “overshooting” (sobre disparada del valor de dólar)? Muy probablemente, pero el mismo se graduaría como ya ha sucedido en el pasado. En esta alternativa, lo peor serán los primeros días, pero luego serían sucesivas buenas nuevas.

De lo contrario, diferir los problemas, sólo los incrementarán, como se ha visto en los últimos cuatro años y tantas veces en el pasado.

Para lo que no hay lugar, es para volver a los errores del pasado: atrasar el dólar como ancla, hablar de tasas positivas respecto de la inflación (esto no ocurre en ningún país del mundo civilizado). La tasa para el ahorrista en Argentina debería ser positiva en términos de valor dólar, que es nuestro verdadero parámetro de ahorro, pero en niveles razonables, bien distinto de lo que fue el pésimo esquema del “Carry Trade”, que nos dejó hundidos en decenas de miles de millones de dólares en intereses a cambio de nada. Asombra volver a escuchar estas cosas… Los que ya hemos vivido tantas crisis, buscamos la respuesta en la historia. No podemos escribir sobre la que vendrá, pero podemos estudiar y aprender de “lo que fue”. Ese es el camino.