¿Garbarino, sin salida? Los fabricantes de electrodomésticos le dieron la espalda y los dueños de Havanna dicen que la compra se cayó

11-02-2020

El fondo Inverlat dio por cerrada la operación mientras que, desde la empresa, iniciaron negociaciones de último momento con sus proveedores más grandes, a los que les deben unos $5.500 millones

“Es tan grande el problema que cada vez que tapan un hueco aparece otro”, asegura una fuente cercana a la venta de Garbarino, la principal cadena de electrodomésticos del país, con 23% de participación. Según trascendió en enero, había un acuerdo en marcha entre los bancos acreedores y un fondo local que está interesado en comprarla. Ahora ese acuerdo está a punto de caerse, o ya se cayó, según a quién se le pregunte.

Como detalló Infobae el mes pasado, luego de un proceso de negociación con los bancos a los que la cadena les debe $4.000 millones, el fondo Inverlat apareció como posible comprador. Los dueños de las marcas Havanna, Reef, ICSA y Aspro, y ex licenciatarios de KFC, Wendy’s y China Wok en Argentina y Chile, negociaron rápido con los bancos –80% de la deuda está en manos de Galicia y Santander– y consiguieron una quita de 75%. Pagarían “sólo” $1.000 millones. Los socios del fondo son Carlos Giovanelli, Guillermo Stanley y Damián Pozzoli, todos de amplia experiencia en el mundo financiero y bancario (ex Citi).

 Nosotros no somos parte del problema, somos la solución, pero no podemos negociar con los proveedores. Nos pusieron en un lugar incómodo

Pero aparecieron los fabricantes de electrodomésticos y dijeron que no, que no pueden aceptar quitas, que quieren cobrar toda la deuda. E Inverlat asegura que no pueden negociar con ellos, que es un rol que tiene que cumplir Garbarino: o consiguen ellos la quita, o alguien, los dueños de la cadena –la familia homónima–, por ejemplo, pone el dinero, o se cae el acuerdo.

“Los fabricantes no son bancos. Dicen que no pueden acompañar la reestructuración y es entendible. Nosotros no somos parte del problema, somos la solución, pero no podemos negociar con los proveedores. Nos pusieron en un lugar incómodo”, dicen en el fondo.

Los dueños de Havanna negociaron con los bancos y consiguieron una quita de 75% (Gentileza Havanna)
Los dueños de Havanna negociaron con los bancos y consiguieron una quita de 75% (Gentileza Havanna)

Se estima que el total de la deuda con proveedores de Garbarino es de unos $7.000 millones, de los cuales $5.500 millones corresponden a los grandes fabricantes de electrodomésticos, como Samsung, Newsan, LG, BGH y otros.

“En Inverlat se están yendo de vacaciones. Garbarino pierde $500 millones por mes y este tema con los proveedores lo tienen que resolver ellos. Les dieron la espalda y en parte está bien, quieren cobrar, no sé si pueden hacer otra cosa en este contexto. El fondo quiere arreglar con los bancos para empezar de cero, y mirar para adelante, no negociar la deuda vieja”, opina otra fuente de la negociación.

 Garbarino está por estas horas de reunión en reunión con los proveedores grandes. Son muchos y el tiempo es cada vez menos

“Con los bancos está todo bien, habíamos arreglado. La situación se puede reflotar, pero hay que hablar otra vez. No hay compromisos firmados”, argumentan en Inverlat, y dan por cerrada esta parte del deal. ¿Habrá una segunda oportunidad? “Puede ser, pero hay que ver”, dicen.

Según pudo saber Infobae, el presidente de Garbarino, Carlos García, está por estas horas de reunión en reunión con los proveedores grandes. Son muchos y el tiempo es cada vez menos.

“En 2002, Garbarino pasó un proceso parecido y en 2004 ya era el uno del mercado hasta el momento. Es un líder. Comprar una empresa como esta siempre va a dar buenos resultados, pero el mercado tiene que volver a crecer y ser más lógico. No como en los últimos años”, le dijo a Infobae hace un mes Miguel Arrigoni, de First Capital Group, quienes reestructuraron la deuda el año pasado.

Garbarino tiene siete líneas de negocio (Garbarino, Compumundo, iPoint, Viajes, Soluciones Logísticas, Seguros y Créditos) y está volcada a una reconversión con foco en ventas online y a servicios como logística en el que invirtieron $300 millones el año pasado. Tiene un centro de distribución en La Tablada, 200 sucursales, una flota de 100 vehículos para el AMBA y delivery express para productos chicos y medianos. Suma 4.800 empleados (en 2016 eran 5.900) y tiene una planta de fabricación propia en Tierra del Fuego que estuvo parada buena parte del año pasado.