Por la caída de los salarios, los límites de compra con tarjeta de crédito se redujeron 25%
14-02-2019
En el sector bancario usan un mismo argumento lógico para explicar esa situación: las tarjetas permiten un nivel de gasto mensual que está atado al ingreso o salario de su titular. Pero en un contexto en el que escasea el crédito barato, lo lógico sería que las entidades reguladas por el Banco Central (BCRA) extiendan ese poder de compra que los argentinos usan cada vez más para financiar sus compras cotidianas y hagan un negocio de eso. Ante esa consulta puntual, directivos de nueve bancos comerciales consultados por TN.com.ar admitieron en off the record que los límites de compra de las tarjetas de crédito no se actualizan en función de la inflación por temor a que la tasa de morosidad se eleve más. Las fuentes pidieron reserva porque consideran que no es un buen momento para hablar del tema, debido a la recesión y a la falta de crédito.
“En 2018, el índice de mora creció de forma sostenida. Y aunque sigue estando en niveles bajos, es una preocupación para el sector financiero. Se monitorea todos los meses”, explica el experto en crédito de un banco de capitales europeos. Según indica el analista, el nivel de morosidad subió casi un 2% promedioen el último mes del año pasado, en base a datos del Banco Central. El gerente de banca comercial de una entidad pública agregó: “El año pasado registramos un deterioro masivo en los ratios de mora. El índice oscila en el sector entre 3,2% y 5% de la cartera de cada entidad. Es un aumento progresivo del 50% respecto de 2015. Subió mucho, pero sigue siendo razonable”. Según pudo saber TN.com.ar, los bancos registraron ese nuevo nivel de morosidad de clientes con salarios atrasados en sus balances 2019.
Para Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, en épocas de crisis las entidades no actualizan los limites de compra por precaución. “En 2018 se deterioró la calidad crediticia de los clientes en general.Las entidades bancarias dejaron de dar nuevos créditos en el segundo semestre tras la devaluación, lo que complicó la situación de quienes venía 'rolleando' (refinanciando sus deudas)”, dice el analista financiero. Para Barbero, las compras en cuotas de hasta seis pagos sin interés se comieron todo el límite de compra de quienes percibieron salarios mensuales de hasta $25.000 en 2018.
Las estadísticas del sector bancario indican que el limite de compra promedio para una tarjeta de crédito internacional standard es hoy de $30.000 para usuarios asalariados que perciben ingresos de entre $11.000 y $30.000 al mes. Por regla general, aunque varía según la estrategia comercial de cada banco, el margen de consumo con cada tarjeta está atado al ingreso del cliente. Históricamente, las entidades bancarias asignaban a cada plástico un margen de gasto equivalente a cuatro veces el salario del usuario. Sin embargo, la última recesión trajo un cambio de paradigma para los departamentos de análisis crediticio de los bancos masivos. Es por eso que en 2018 los límites de compra cayeron un 25% promedio para aquellos usuarios de tarjetas que no evidenciaron un comportamiento ejemplar ante los ojos del banco; situación que esperan que sostenga durante 2019.
“La perdida real de poder adquisitivo es la excusa perfecta para que la mayoría de los bancos argentinos corrijan un desfasaje en el otorgamiento de crédito para el consumo con tarjetas”, explica el director de banca minorista de una entidad del interior. Según indican en el sector, por décadas los bancos sobrecalificaron a sus clientes otorgándoles mayores límites de compra. “La estrategia comercial consistió siempre en quitarle usuarios a la competencia con mayor nivel de crédito. A nuestros clientes les asignamos por default dos tarjetas internacionales: una Visa y una Mastercard, con límites equivalentes a un salario y medio cada una. Si esa persona consume la totalidad de crédito (tres salarios en un mes) y se queda sin trabajo, hace un desastre”, explica el gerente de un banco de capitales argentinos, quien agrega que las entidades se están volviendo cada vez más selectivas a la hora de ajustar los límites de compra.
También en off the record, otro directivo aclara que esa situación fue posible durante años porque el argentino promedio es responsable y medido a la hora de usar las tarjetas de crédito. “Si se suman todos los consumos (al contado y en cuotas) de un mes y se dividen por la suma de todos los límites activos, el resultado da un ratio de 25%. Eso demuestra que el sistema es sano, que no corre riesgos”, explica el analista.
Alternativas para salir del paso
Los clientes bancarios que necesiten ampliar sus límites de compra para viajar al exterior o realizar consumos en dólares tienen una solución alternativa. Mariano Mancurti, gerente de Tarjetas del HSBC, sugiere al usuario pedir un “aumento transitorio”. “Es común que algunos clientes necesiten ampliar su nivel de consumos de forma excepcional. Lo recomendable en estos casos es pedir una ampliación por 60 días del límite de compra de cada tarjeta. Si es un cliente con un buen comportamiento crediticio y demuestra que tiene ingresos suficientes para aumentar su nivel de consumo, se le otorga de forma inmediata”, dice Mancurti.
Otra alternativa es dividir el pago de un mismo consumo. Ariel Setton, especialista en medios de pago, recomienda hacer lo que se conoce como un “split” de pago. “La mayoría de los usuarios de tarjetas no saben que los bienes y servicios pueden pagarse con más de una tarjeta. Esa división ayuda a repartir el peso de la compra entre dos o más plásticos, sobre todo si se trata del pago de un pasaje aéreo en dólares”, sugiere.
El gerente de Tarjetas del HSBC recuerda que los clientes bancarios tienen que actualizar su nivel de ingresos en el banco. “No necesariamente todos los usuarios de tarjetas tienen consolidados sus ingresos en una misma cuenta bancaria”, explica.
Las estadísticas del Banco Mundial indican que en la Argentina, solo el 51% de la población está bancarizada. Y según cifras del BCRA, apenas el 17% usa tarjetas de crédito. En el país hay en circulación 7,2 millones de tarjetas de crédito y 19,1 millones de débito. Según un reciente informe de First Capital Group, el consumo en pesos con tarjetas cayó 20% en enero, respecto a igual mes del año anterior. Y las compras en dólares se derrumbaron 48% en ese mismo período.