Cae la compra de empresas y pronostican pocos negocios en 2019
02-01-2019
Como para toda la economía, 2018 fue un año complicado para las fusiones y adquisiciones de empresas, llamadas M&A por sus siglas en inglés. Se anunciaron 70 transacciones, contra las 86 que se habían informado el año anterior, según el relevamiento que hace el estudio Orlando Ferreres y Asociados (OJF). El monto fue de US$ 4.600 millones, cuando el promedio de los últimos años es de US$ 7.000 millones.
El año estuvo divido en varias partes: un principio prometedor se transformó en una crisis que hundió el nivel de inversión en todas sus formas. Recién podría empezar a verse alguna actividad en los próximos meses, pero de manera muy selectiva, creen los especialistas.
¿Quiénes fueron los que se animaron a comprar empresas en 2018? “Vemos que las operaciones de M&A las realizan mayormente inversores locales, o extranjeros que ya tenían presencia local, que conocen de cerca la realidad del país y que quieren expandir sus operaciones, y principalmente en sectores con mucho potencial, como petróleo y gas, energías renovables o agronegocios”, sostiene Ricardo Panico, senior associate de Investment Banking Services de OJF.
Entre las mayores operaciones de 2018, todos apuntan a la venta del 51% de Prisma (la empresa que maneja Visa) al fondo de inversión Advent por US$ 700 millones. También hubo varios cambios de manos en el negocio petrolero: YPF compró y después vendió estaciones de servicio de Oil Combustibles y Shell vendió a Raízen las suyas, aunque la firma angloholandesa permanece como accionista indirecta. Además, cambiaron de manos varios yacimientos -Qatar Petroleum pagó US$ 600 millones por 30% de los activos de Exxon Argentina- y empresas de servicios petroleros (San Antonio fue comprada por el fondo Lone Star).
“Muchas transacciones quedaron en stand by luego de la inestabilidad cambiaria y financiera. La expectativa es que se realicen en 2019, pero el desafío para su concreción son las valuaciones. Las compañías han quedado en valores muy atractivos en dólares desde el punto de vista del comprador. Pero desde el vendedor, los múltiplos de valuación han caído fuertemente”, sostienen en First Corporate Finance Advisors.
Las perspectivas no son optimistas. “Solo se van a cerrar los negocios que tengan mucho sentido de oportunidad estratégica para el comprador, el resto va a esperar a que se aclare el panorama político”, admite Patricio Rotman, director de Finanzas & Gestión, especializada en fusiones y adquisiciones.
Por esta situación sumada a la incertidumbre política por las elecciones, los inversores estratégicos tardarán en aparecer.Entonces, las operaciones que efectivamente se realicen en 2019 serán aquellas en las que “el riesgo tanto político como de variaciones de tipo de cambio no peguen tanto: energía, petróleo y gas o renovables (donde los contratos están en dólares). Energía junto con telecomunicaciones (infraestructura) son los sectores que van a salir más indemnes en estos próximos meses. Ahí están mirando los fondos de inversión”, cree Fernando Zoppi, socio a cargo del departamento de M&A del estudio Martínez de Hoz & Rueda. Señala que el consenso es que va a ser un año lento que se dinamizará una vez que se aclare el panorama electoral.
Lo que sí se va a ver, a partir de la suba de tasas y las dificultades para obtener financiación, son muchas situaciones de firmas en problemas en busca de salvataje. “En ese contexto empieza a jugar el tema de los cuadernos de las coimas, todas las investigaciones que se lanzaron o se van a lanzar en Estados Unidos. Eso, para nosotros, puede tener impacto de las M&A”, opina Zoppi.
En First coinciden: “Como consecuencia de una política monetaria contractiva y la suba de riesgo país, el acceso al financiamiento tradicional se ha encarecido e incluso frenado para muchas compañías, por lo que la opción de fondearse a través de equity(venta de acciones) es más atractiva. Actualmente se han dado varias transacciones del tipo distressed, donde la compañía debe reestructurar sus pasivos. Hay fondos especializados en este tipo de operaciones que tienen sus ojos puestos en la Argentina dada la coyuntura actual”.
Por Natacha Esquivel