Tarjeta: crecen 35% operaciones en dólares, pero se estancan en pesos
09-03-2022
En febrero, las tarjetas de crédito en pesos apenas registraron un alza de 0,3%, muy por debajo de la inflación. Sin embargo, el consumo en dólares mostró un fuerte ascenso de 35,1 por ciento.
MARIANO GORODISCH
Redactor Finanzas y Mercados
En febrero, el sector privado recibió financiación por $ 4.370.164 millones, es decir, $ 1.481.712 millones más que hace un año, equivalente a un aumento del 51,3% anual, valores cercanos a la inflación.
Sin contar la financiación a comercios, encontramos que las tarjetas de crédito continúan siendo la principal fuente de financiamiento de las familias, seguido por los préstamos personales.
TARJETAS DE CRÉDITO
Las operaciones con tarjetas de crédito, registraron un saldo de $ 1.271.504, lo cual significa un aumento de solamente un 0,3% respecto al cierre de enero, apenas $ 4371 millones en términos nominales, muy por debajo de la inflación esperada, siendo el séptimo mes consecutivo con variación positiva en términos nominales.
El crecimiento interanual, llegó al 39,2%, valor por debajo de la inflación del año.
"La reactivación de los viajes al exterior a raíz de la caída de muchas de las restricciones que impuso la pandemia originan la aparición de consumos en monedad extranjera""En este rubro también tendríamos que observar incrementos a raíz del inicio del período escolar, pero los últimos días del mes han sido feriados, por lo cual las operaciones originadas esos días seguramente las encontraremos adicionadas al mes de marzo", asegura Guillermo Barbero, socio de First.
DÓLAR TARJETA
En cuanto al consumo en dólares, las tarjetas de crédito registraron una suba interanual del 204,9%, aunque con un comportamiento mensual irregular. En febrero aumentaron un 35,1% respecto al mes anterior.
LA CITYTODOS LOS JUEVEsSuscribite a nuestro NewsletterRecibí las novedades sobre el mundo de las finanzas y los mercados en tu email. ¿Qué dice la City?SUSCRIBITE"La reactivación de los viajes al exterior a raíz de la caída de muchas de las restricciones que impuso la pandemia originan la aparición de consumos en monedad extranjera", agregó Barbero.
En cuanto al consumo en dólares, las tarjetas de crédito registraron una suba interanual del 204,9%, aunque con un comportamiento mensual irregular. En febrero aumentaron un 35,1% respecto al mes anterior. SIN DESPEGAREl Indicador de consumo elaborado por Juan Manuel Manías, economista principal del BBVA, señala que en 2022 el consumo todavía no da señales de despegue. Desde que inició el año, el crecimiento promedio del total de gastos con tarjetas BBVA es 0,1% anual.
Sin embargo, en el transcurso de febrero hasta la última medición se observa un leve repunte en el incremento de gastos totales comparado con mismo período de 2021 (suba promedio de 2,1% anual.
ALTIBAJOS"De todos modos, la senda que van delineando las compras con tarjetas continua siendo errática desde hace varios meses, con altibajos que no las hacen despegar definitivamente, incluso ya con una economía mucho más relajada ante la amenaza del Covid 19", indica el research, firmado también por el economista Mario Iparraguirre.
Llama la atención la evolución en los últimos meses de las compras online a través de las plataformas digitales que vienen decreciendo, lo cual puede interpretarse como una materialización de la nueva normalidad.El análisis de los diferentes rubros deja entrever su progreso y los desafíos que enfrenta. Tomando como referencia el registro de consumo de la pre-pandemia para cada uno de ellos, se pueden identificar algunos que se han estabilizado en torno a un nivel 20% menor (Alojamiento, Combustibles, Cuidado y belleza).
RUBRO POR RUBROHay otros que lo han hecho alrededor de los mismos niveles (Deportes y juguetes, Hogar, Moda), otros que los han superado (Bares y restaurantes, Construcción) y aquellos que han permanecido más rezagados y siguen dando batalla (Ocio y entretenimiento, Tecnología, Transporte, Viajes).
Llama la atención la evolución en los últimos meses de las compras online a través de las plataformas digitales que vienen decreciendo, lo cual puede interpretarse como una materialización de la nueva normalidad.
